Ciudad de México, 10 de febrero de 2023.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) compró un medicamento oncológico a un laboratorio argentino que no cuenta con registro de salubridad en el País, además de pagar un sobreprecio.
De acuerdo con documentos en poder de MURAL y que están disponibles en el portal Compranet, en la delegación Michoacán se adquirieron, en tres adjudicaciones directas distintas, 363 unidades de mercaptopurina, un medicamento esencial en el tratamiento contra la leucemia, tanto en niños como en adultos.
La medicina que se entregó por parte del proveedor Leo Medik SA de CV es de la marca Varimer, que no tiene registro sanitario en México.

Según la página de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la única marca con permiso de salubridad para comercializar ese oncológico en México es el purinethol.
Además, el IMSS pagó 3 mil pesos por cada caja del medicamento, el cual contiene 25 comprimidos; en farmacias de Argentina, el fármaco cuesta el equivalente a 2 mil 469 pesos mexicanos.
El precio pagado por el Instituto también es mayor al que tiene el purinethol, única marca con registro sanitario y cuyo valor al público es de 2 mil 346.5 pesos.
El varimer se ha estado distribuyendo en clínicas y hospitales como La Raza, Siglo XXI, Clínica 25 de Monterrey, el Federico Gómez y Hospital de Especialidades de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Esta situación fue detectada por organizaciones civiles que atienden en el Centro del País y temen que esto pueda provocar un retroceso en su tratamiento.
“No sabemos la calidad del producto porque no la está validando la autoridad local, llegó por medio de una asignación directa que nos llama la atención, porque el purinethol, que está autorizado por Cofepris, sí hay en el mercado y tiene un precio máximo al público de 2 mil 300 pesos y ellos (el IMSS) lo están comprando más caro todavía”.
Alejandro Barbosa, director de Nariz Roja.
Debido a que no hay emergencia por desabasto del producto, Barbosa acotó que no hay razón para adquirir un producto extranjero sin registro y a sobreprecio.
“La autoridad tiene mucho qué aclarar, porque no es solo decir ‘ya no hay desabasto’, es decir ‘compramos y compramos bien’, con la salud no se juega a los ahorros, es aprender a comprar, pero no en perjuicio de la salud de los pacientes”, dijo.