En un giro inesperado de eventos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Yucatán ha sufrido una de sus peores derrotas bajo la gestión de Gaspar Quintal Parra. Quintal no solo dividió al partido, sino que también lo llevó al borde de la irrelevancia política.
La gestión de Gaspar Quintal: De mal en peor
Gaspar Quintal Parra, en su breve y tumultuosa administración, consiguió lo que pocos creían posible: hundir al PRI aún más. Su liderazgo estuvo marcado por la exclusión y la división, lo que provocó un éxodo de figuras del PRI hacia Morena. Entre los desertores se encuentran nombres importantes como Pablo Gamboa Miner, Mauricio Sahuí Rivero y Jorge Carlos Ramírez Marín, quienes decidieron buscar nuevos horizontes ante el caos interno del partido.
Renán Barrera: Otra víctima de la soberbia de Gaspar
Barrera, quien enfrentó una amarga derrota contra Joaquín Díaz Mena de Morena, también se vio afectado por la fragmentación interna y la falta de liderazgo de Quintal. La derrota de Barrera es un reflejo del estado deplorable en el que quedó el PRI.
Cifras de terror: Un partido al borde del abismo
Las elecciones recientes revelaron el colapso del PRI en el estado, el partido no obtuvo ninguna diputación local, ni un distrito federal, ni la senaduría. De los 41 municipios, solo logró mantener 16, de los cuales 14 fueron en coalición. El total de votos apenas superó los 35 mil, una cifra ridícula comparada con los más de 50 mil votos que Vida Gómez Herrera y su familia aportaron a Morena.
Un hombre, un partido, un desastre
El nombre de Gaspar Quintal quedará grabado en la historia del PRI yucateco como el hombre que, con su ego y falta de visión, llevó al partido al borde del abismo. La gestión de Quintal ha sido un desastre organizativo y político, culminando en que el PRI obtuviera solo el 3% de la votación. Este resultado ha puesto al partido en riesgo de perder su registro.
Conclusión: El final de una era
El PRI en Yucatán se despide con un triste adiós, gracias a un solo hombre. Gaspar Quintal es un espectáculo inolvidable que marcará la política local durante años.