De acuerdo con los parámetros de medición específicos para atender la crisis que trajo consigo la nueva cepa de coronavirus, sólo Turquía está por debajo de la república mexicana
En una colaboración para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), como socio local, coadyuvó a crear el Global Competitiveness Report: How Countries are Performing on the Road to Recovery 2020.
Este ranqueo se evalúa la capacidad de los Estados para adaptarse económicamente al nuevo contexto e iniciar una pronta recuperación, en dicho listado México está en el lugar 36 de 37.
Para esta edición se presentó lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) denominó El Gran Confinamiento pues, tras la aparición de la nueva cepa de coronavirus, el mundo entero, casi de manera inmediata, comenzó una crisis económica derivado de las medidas de aislamiento social y parálisis productivo.
Al entender la complejidad del contexto, el FMI decidió cambiar los parámetros de medición para el desarrollo económico presentados por el COVID-19; sin embargo, la tarea de evaluación no se detuvo.
Se reconocen “los extraordinarios eventos ocurridos en 2020 y del esfuerzo global unificado requerido para abordar la crisis de salud y sus consecuencias socioeconómicas”, el WEF suspendió por esta ocasión la difusión de los rankings del Índice de Competitividad Global. No obstante, la edición de 2021 retomará la evaluación comparativa, proporcionando un marco renovado para orientar el crecimiento económico futuro.
En esta ocasión, el reporte define las prioridades de los países para la recuperación y la reactivación económica, la cual se vio mermada por el SARS-CoV-2 con un pico máximo en abril del 2020 y que con la presencia del repunte en algunos países, estos se ven amenazados nuevamente.
Asimismo, se califica las características que ayudaron a las naciones a ser más eficaces en la gestión de la pandemia e introduce una métrica innovadora que facilita la detección de países mejor preparados para una transformación económica.
De acuerdo con lo publicado por el Imco en un comunicado oficial, “para avanzar hacia la integración total de los objetivos sociales, ambientales e institucionales en sus sistemas económicos durante los próximos cinco años, con el propósito no solo de reactivar su crecimiento, sino también para establecer una nueva dirección que genere una prosperidad sostenible e inclusiva en los años venideros”.
El Imco refiere que si bien la mayoría de los países del mundo están apurados en combatir la presencia del COVID-19, “la coyuntura ofrece una oportunidad para transformar los sistemas económicos para que no solo sean productivos, sino para que también conduzcan a la sostenibilidad ambiental y a la prosperidad compartida”.